A veces nos ha podido ocurrir que al mirarnos la piel nos han aparecido unos pequeños puntitos de color rojo o incluso violáceo. No son dolorosas, ni pican ni producen ningún tipo de quemazón, pero son molestas a la vista y al descubrirlas nos podemos alarmar. Se trata de las petequias, y su observación debe ser esencial ya que aunque en muchos casos, sus causas son naturales y las petequias son benignas, pueden ser síntoma de otro problema de menor o mayor gravedad.
Las petequias son unas pequeñas manchas de color rojo-violáceo que aparecen en la piel y tienen forma de punto. Puede llegar a medir entre 1 y 4 milímetros y no son más que pequeños hematomas de sangre, que cambiarán de color como cualquier otro cardenal, pudiéndose volver más verdoso o amarillento.
Síntomas y causas de la aparición de las petequias
Todo nuestro cuerpo está formado por venas y pequeños vasos capilares que son los que distribuyen la sangre desde el corazón a todas las partes de nuestro organismo. La fragilidad y rotura de cualquiera de estos pequeños vasos, debido a muchas razones, pueden llegar a provocar que aparezcan estos pequeños hematomas que son las petequias. Es decir, que no son más que salidas de sangre de sus vasos capilares.
No existen síntomas médicos
No existen síntomas médicos que nos avisen de la aparición de las petequias, sino que nos vamos a guiar por la visión. La simple aparición de unas pequeñas manchas que no sean erupciones en la piel, nos indicarán que padecemos de ellas. Hay que tener en cuenta que son manchas subcutáneas, por lo que se encuentran debajo de la capa de la piel, es decir, que no vamos a notar ningún tipo de relieve ni molestia al tocarlas.
Las causas de que esto ocurra pueden ser muy diversas. Un simple esfuerzo más grande de la cuenta por problemas de tos o vómitos, pueden hacer que las petequias aparezcan en zonas como la cara o el cuello, ya que el esfuerzo excesivo puede llegar a romper algún pequeño vaso sanguíneo. Otras causas internas de nuestro organismo para la aparición de las petequias son una mala alimentación que provoque falta de vitaminas necesarias como las del grupo B, C, E y K. También se ha observado que algunos tratamientos médicos pueden llegar a provocar la aparición de estas manchas rojas en nuestra piel, al igual que una reacción alérgica a algún alimento.
Las petequias seniles
El mismo paso del tiempo puede hacer que aparezcan las llamadas petequias seniles, que no son más que aquellas que aparecen por una natural degeneración de la piel en las personas mayores.
Existen causas más graves por las que pueda producirse la aparición de las petequias. Estas son las enfermedades hepáticas, las afecciones nerviosas o incluso las enfermedades o infecciones virales que puedan afectar de una forma u otra a la circulación y coagulación de la sangre, y que a la larga provoquen la rotura de los vasos sanguíneos, por lo que las petequias salgan en nuestra piel. Incluso en el caso de los niños pequeños, si aparecen petequias que llegan a reproducirse y que están acompañadas de fiebre, debemos acudir al médico de manera urgente porque podría tratarse de petequias producidas por meningitis.
También aparecen por factores externos
Además de todas estas causas internas de nuestro cuerpo que pueden hacer que salgan a la luz estas molestas manchas que son las petequias, también podemos encontrar factores externos que puedan llegar a producirlas. Estas son sobre todo las picaduras de insectos o animales como serpientes, pero otras tan simples como un pellizco, golpe o pinchazo.
Tratamiento para las petequias
Las petequias, en la mayoría de los casos son benignas y como cualquiera hematoma que nos puede salir en la piel debido a un golpe, desaparecen con el paso del tiempo mientras van cambiando de color. En el caso en el que no desaparezcan, debemos acudir al médico para intentar diagnósticas cuál es la causa que las provoca.
El examen médico que se realiza en primer lugar para estar seguros de si se trata de petequias es la prueba de vitro-presión. Esta prueba se basa en la presión de la zona afectada para ver si desaparecen de forma momentánea. En el caso en que esto no ocurra, podemos afirmar que se trata de un caso de petequias.
Una vez diagnosticadas, el tratamiento a seguir dependerá del estudio sobre sus causas. En el caso en que se trate de un problema alimenticio, deberemos variar nuestra dieta y hacerla más equilibrada para que incluya las vitaminas necesarias mencionadas anteriormente, sobre todo la vitamina K, presente en la clorofila que llevan las plantas y verduras de hoja verde. En el caso en que la causa sea un tratamiento médico, éste se detendrá de manera inmediata.
Sin embargo, en el momento en el que la causa de la aparición de las petequias se deba a una enfermedad de trasfondo más importante, se tomarán las medidas oportunas que pertenezcan a dicha enfermedad.